jueves, 25 de agosto de 2011

Cabeza de mujer.

Un taxi abandonado en un desértico paraje urbano. Nada parece anormal al exterior del taxi. Al asomarse al interior del auto varias detalles son evidentemente extraños. Los seguros del auto no están puestos, las llaves están sobre el asiento del conductor. Falta uno de los cubreasientos, el del copiloto, hay una mancha marrón en ese asiento. Ese mismo color marrón está salpicado por todo el asiento trasero, si pones suficiente atención encontrarás también el techo manchado con ese mismo color. Al centro del asiento de atrás hay un bote de esos botes de nieve de varios kilos, grande. Suficientemente grande y blanco, casi transparente. Ese color blanco tan claro y a contraluz hace que se transparente un poco de su contenido. Unos labios mal pintados de un rojo intenso es lo que se transparenta. El bote carece de tapa y sobresale una larga y rubia cabellera con raices negras. El color marrón llena por completo el fondo del bote.

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